El inicialista tiene con qué, pero no es suficiente para pelear con jugadores más completos Leer
La novela de Pete Alonso llegó a su fin cuando los Mets de Nueva York anunciaron tras una larga y compleja historia de estire y afloje que el inicialista se queda en Queens, sin embargo, ahora viene una nueva saga sobre el papel que Alonso desempeñará en la novena y su capacidad de competir de manera eficiente con el poder bateador de Juan Soto, la nueva joya de la corona.
Sobre la dinámica con el resto de sus compañeros, la mayoría a quienes conoce muy bien, no será problema para Alonso, pero sí que el camino es cuesta arriba para él en función de lo que puede ofrecer a sus treinta años, y tendrá que trabajar el doble para demostrar lo que de manera natural se da en sus referentes competitivos, Soto, su propio compañero en los Mets, o Vladimir Guerrero Jr., de 26 y 27 años respectivamente.
Y es que los números de Pete Alonso no son precisamente impresionantes, e independientemente de su edad esto le juega a la contra, pues siempre existirán las comparaciones con estos peloteros que hoy se cotizan alto, pero con argumentos, algo que a Alonso le falta, y si a eso se le suma que en su posición está por debajo del promedio, la cosa se complica aún más.
Analistas de MLB afirman que Alonso llegó a negociar bastante tarde, pues con sus trés décadas de vida, no tiene con qué incrementar su valor en la agencia libre como sí lo han hecho Soto y Guerrero, ya que no es un secreto que las franquicias van sobre seguro y no se arriesgan igual por un jugador de su edad.
Así lo afirma Jim Bowden para CBS Sports: «Basados en todos sus algoritmos y todos los análisis, los clubes están nerviosos por los jugadores que tienen 31 años y especialmente los bateadores de poder. Si llegas al mercado con 25, 26 o 27 años, vas a obtener los años y vas a obtener los dólares», dijo con razón y contundencia.
Pero no hay que equivocarse, ni Soto ni Guerrero son perfectos y tienen sus áreas de oportunidad, uno en los jardines y otro en la primera base, sin embargo su edad juega a favor, mientras a Alonso se le acumulan las contrariedades y se agravan por su perfil unidimensional a la defensiva, por lo que sólo le queda hablar, o más bien gritar con el bat en la campaña que comenzará el próximo 18 de marzo.
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