La senadora María Fernanda Cabal ha presentado una ambiciosa propuesta de reforma al sistema penitenciario colombiano, con el objetivo de transformar las cárceles en espacios de disciplina, seguridad y justicia real, dejando atrás la impunidad y los privilegios dentro de los penales.
Según Cabal, la reforma busca eliminar el hacinamiento, frenar el control de las mafias en las prisiones y garantizar que los reclusos trabajen para pagar su sustento. Sus principales ejes incluyen:
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Construcción de nuevas cárceles en concesión: Se propone edificar prisiones de alta seguridad bajo alianzas público-privadas, con control total del Estado y condiciones adecuadas para evitar el hacinamiento.
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Trabajo obligatorio para los presos: Los reclusos deberán fabricar muebles, cultivar alimentos y producir bienes para costear su estadía en prisión. “Se acabaron los privilegios”, enfatizó la senadora.
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Separación de criminales de alto y bajo impacto: Se implementará una estricta clasificación de los reclusos para evitar que los delincuentes de menor impacto sean absorbidos por estructuras criminales dentro de las cárceles.
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Cárceles de máxima seguridad para terroristas y narcotraficantes: Se eliminarán los privilegios para los cabecillas del crimen organizado. Sin celulares, sin visitas sin control y en total aislamiento.
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Fin de los beneficios penitenciarios para reincidentes y criminales graves: No habrá más rebajas de penas ni casa por cárcel para quienes hayan cometido delitos atroces o sean reincidentes en el crimen.
Cabal sostiene que la reforma es una necesidad urgente para garantizar que las cárceles sean verdaderos centros de castigo y rehabilitación, y no bases de operación del crimen organizado.
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