El presidente de Colombia, Gustavo Petro, puso en duda la transparencia del proceso electoral en Ecuador tras la victoria de Daniel Noboa en las recientes elecciones presidenciales. El mandatario solicitó que se publiquen las actas de cada mesa electoral antes de emitir un pronunciamiento oficial sobre los resultados.
El pronunciamiento generó controversia, ya que contradijo la postura de la Cancillería colombiana, que ya había felicitado al nuevo presidente ecuatoriano. Petro señaló que recibió informes de observadores colombianos que alertaban sobre presuntas irregularidades en el proceso, entre ellas la militarización de zonas opositoras días antes de los comicios y la detención de un candidato.
Según los reportes, el día de las elecciones hubo una fuerte presencia militar en los puntos de votación, lo que, sumado a otros hechos, ha despertado dudas sobre la legitimidad del proceso.
Aunque el mandatario colombiano aseguró que desea mantener relaciones diplomáticas cordiales con Ecuador, insistió en que se deben aclarar todas las inquietudes surgidas durante el proceso electoral, en línea con lo que ha defendido en otros contextos regionales.
Adicionalmente, el presidente aprovechó para expresar su preocupación por lo que considera irregularidades dentro del sistema electoral colombiano, mencionando investigaciones en su contra por presunta violación de topes de campaña y decisiones que han afectado la personería jurídica de partidos afines a su coalición política.
Con este episodio, se reaviva el debate sobre la legitimidad y vigilancia internacional de los procesos democráticos en la región, y se genera tensión en las relaciones bilaterales entre Colombia y Ecuador.
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