Damián José permanecía en estado crítico desde la madrugada del domingo 13 de abril, cuando resultó gravemente herido por quemaduras tras un incendio en el corregimiento El Porvenir en San Antero. Esa noche, mientras cuidaba el kiosco de palma y madera construido por su hermana Katherine como un pequeño negocio familiar, alguien le prendió fuego intencionalmente, dejándolo atrapado entre las llamas.
La familia denuncia que el ataque no fue un accidente, sino una acción premeditada tras amenazas recibidas por parte de un vecino inconforme con la ubicación del negocio frente a su cabaña. Testigos aseguran que un trabajador de ese vecino sería el presunto responsable del hecho. La denuncia ya fue presentada ante la Fiscalía, con nombres propios de los implicados.
Durante días, Damián luchó por su vida en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Amigos de la Salud en Montería. La noche del 15 de abril, familiares y amigos realizaron una velatón pidiendo por su recuperación, pero el desenlace fue el peor: falleció acompañado de sus seres queridos, quienes ahora exigen justicia.
“Esto no puede quedar impune”, clama la familia, destrozada por la pérdida. La historia de Damián no solo deja dolor, sino también un llamado urgente a detener la violencia contra quienes luchan por salir adelante con trabajo y esfuerzo.
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