Lo que pudo convertirse en una tragedia fue evitado por cuestión de horas. En la noche del viernes 18 de abril, la tarima principal del Festival del Burro, evento tradicional del municipio costero de San Antero, colapsó a causa de un fuerte vendaval, dejando al descubierto serias deficiencias en la planeación y montaje de la estructura.
El desplome de la tarima ocurrió hacia las 10:00 p. m. en la zona contigua al estadio municipal, justo donde se realizarían las presentaciones musicales y concursos programados para el sábado 19. Por fortuna, en el momento del incidente no había artistas, técnicos ni personal sobre la estructura.
Alarmas encendidas por fallas en seguridad
La caída estrepitosa de tubos metálicos y lonas fue registrada por ciudadanos que expresaron su indignación, señalando la fragilidad del montaje y la falta de previsión ante condiciones climáticas adversas. Algunos asistentes cuestionaron incluso la decisión de realizar el evento en días santos, mientras otros pidieron explicaciones concretas sobre la supervisión de las instalaciones.
“¿Dónde está el comité de gestión del riesgo? ¿Quién revisa estas estructuras antes de autorizar un evento de esta magnitud?”, se escuchó en uno de los videos captados por testigos.
¿Qué originó el colapso?
Según versiones preliminares, el fuerte vendaval que azotó al municipio, acompañado de lluvias intermitentes, fue el detonante del desplome. No obstante, lo que más inquieta a la comunidad es la evidente debilidad de una tarima que cedió sin siquiera estar en uso, lo que genera dudas sobre su capacidad de resistencia ante el peso del equipo y la afluencia de público.
A la espera de decisiones
Hasta el momento, las autoridades municipales no han confirmado si el cronograma del Festiburro continuará según lo previsto o si las actividades serán suspendidas o reprogramadas. Sin embargo, la comunidad exige respuestas inmediatas y acciones contundentes que garanticen la seguridad de los asistentes.
El incidente representa una fuerte llamada de atención sobre la necesidad de contar con controles técnicos rigurosos en eventos masivos, especialmente en zonas donde los fenómenos naturales pueden poner en riesgo la vida de los ciudadanos.
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