Una intensa polémica se desató dentro y fuera del reality La Casa de los Famosos 2 luego de que el participante Emiro Navarro, al obtener el poder de expulsión tras destapar la manzana de la fortuna, decidiera sacar a Andrés Altafulla de la competencia. Emiro argumentó que Altafulla fue el último en ingresar y no era justo eliminar a otro compañero que había estado desde el inicio. Sin embargo, esta decisión no fue bien recibida por parte de los seguidores del programa, especialmente en regiones de la costa, quienes consideraron el acto como una “traición” entre coterráneos.
La controversia escaló más allá del programa cuando Emiro denunció que su familia ha sido blanco de amenazas y hostigamientos. A través de un comunicado, la familia advirtió sobre su intención de tomar medidas legales si continúan las agresiones, que han llegado incluso al lanzamiento de piedras contra una vivienda. “Estas amenazas han generado un estado de alerta y angustia constante”, dice el documento, que también hace un llamado al respeto y la empatía, recordando que se trata de un formato de entretenimiento.
La madre de Emiro, en una entrevista con el creador de contenido ‘Dímelo King’, expresó su preocupación por la seguridad de su familia y relató cómo, tras la eliminación de Altafulla, desconocidos arrojaron piedras a la casa de una familiar pensando que ella vivía allí. Además, aseguró que su hijo está siendo duramente juzgado por una decisión de juego, y que su familia, siendo humilde y ajena al espectáculo, no merece ser blanco de ataques por parte de fanáticos. La situación ha encendido las alarmas sobre el impacto desmedido que pueden tener los realities en la vida real.
