Un general del Ejército ruso falleció el pasado viernes, 25 de abril, tras la explosión de un carrobomba a las afueras de Moscú, un hecho que las autoridades de ese país atribuyen a una acción proveniente de Ucrania, en el marco de las persistentes tensiones entre ambas naciones.
La víctima fue identificada como el general Yaroslav Moskalik, jefe adjunto de la Dirección General Operativa del Estado Mayor de las fuerzas armadas rusas, quien tenía un rol clave en la dirección de operaciones militares, según confirmaron fuentes oficiales.
El atentado ocurrió en la localidad de Balashikha, al este de Moscú, donde un vehículo Volkswagen Golf explotó en las inmediaciones de un bloque de viviendas. El Comité de Investigación de Rusia abrió una pesquisa bajo cargos de asesinato, citando la similitud con ataques recientes en esa región.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zajárova, calificó la explosión como un “acto terrorista” y sostuvo que existen fundamentos para considerar que los servicios secretos ucranianos podrían estar implicados en el atentado. “Nuestra personalidad militar fue abatida a causa de un ataque terrorista”, afirmó Zajárova.
Asimismo, Serguéi Menyailo, dirigente de la región de Osetia del Norte en el Cáucaso, también responsabilizó a Ucrania, señalando: “El enemigo tiene atragantadas a personas como Yaroslav”.
El incidente eleva nuevamente las tensiones entre Rusia y Ucrania, mientras continúa la guerra de narrativas y acciones hostiles en ambos frentes.
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