Trump se autoproclama como “el mejor papa posible” y desata polémica al publicar imagen suya como sumo pontífice

En medio del proceso del cónclave que elegirá al nuevo líder de la Iglesia Católica, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a estar en el centro de la controversia tras publicar una imagen suya generada por inteligencia artificial en la que aparece vestido como papa.

La publicación fue hecha a través de su plataforma Truth Social, apenas dos semanas después de la muerte del papa Francisco. En la imagen, Trump aparece ataviado con sotana blanca, mitra papal y una gran cruz dorada, levantando el brazo como si estuviera dando una bendición. Aunque claramente manipulada, la fotografía ha generado fuertes reacciones tanto en ámbitos religiosos como políticos, por considerarse una falta de respeto en un momento de duelo para el mundo católico.

Los hechos de Trump relacionados ante el fallecimiento del Papa

El gesto ha sido interpretado por muchos como una provocación deliberada, especialmente luego de que esta misma semana, Trump declarara ante medios de comunicación su interés por el cargo de pontífice. “Sería mi opción número uno. Creo que sería un gran papa. Nadie lo haría mejor que yo”, dijo, en un tono que generó sorpresa y críticas incluso dentro de su propio partido.

La polémica se suma al episodio vivido durante el funeral del papa Francisco, donde Trump rompió el protocolo al vestir de azul en lugar del tradicional luto negro exigido en ceremonias vaticanas de alto nivel.

Además, el exmandatario ha manifestado abiertamente su preferencia por el cardenal Timothy Michael Dolan, arzobispo de Nueva York, para suceder al papa. “Hay un cardenal de un lugar llamado Nueva York que es muy bueno. Veremos qué pasa”, afirmó, generando aún más inquietud por lo que algunos consideran una injerencia simbólica en los asuntos internos del Vaticano.

Aunque el Vaticano no se ha pronunciado oficialmente sobre estas declaraciones, líderes religiosos y analistas han expresado su preocupación por la instrumentalización política de símbolos sagrados y el irrespeto al proceso de elección papal, históricamente reservado al cónclave de cardenales.

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