Capturan a 123 integrantes del Clan del Golfo en respuesta al “plan pistola”

La Policía Nacional y las Fuerzas Militares capturaron a 123 integrantes del Clan del Golfo durante los últimos 20 días, como parte de la respuesta operativa al denominado “plan pistola”, ofensiva criminal que ha dejado más de 21 uniformados asesinados.

Entre los detenidos figuran diez cabecillas responsables de ordenar ataques contra miembros de la fuerza pública y civiles, según informó el general Carlos Triana, director general de la Policía Nacional, durante una rueda de prensa.

Los operativos desarrollados en el marco de la operación ‘Gameón’ permitieron la captura de alias Gerónimo, Boliquezo, Haider, Chaco y Pipa, entre otros líderes aprehendidos en distintas regiones del país. El almirante Cubides, comandante de las Fuerzas Militares, señaló que esta ofensiva criminal “es una respuesta desesperada que estos grupos armados tienen ante los contundentes golpes” recibidos recientemente.

Las autoridades rindieron homenaje a los uniformados asesinados desde que se activó el plan sicarial: 16 policías y cinco militares. Dieciocho fueron víctimas de sicariato y tres murieron en acciones terroristas. Las estadísticas muestran que doce fueron atacados durante su servicio, mientras nueve estaban fuera de turno. Entre las víctimas se destacó el caso de la patrullera Karina Durán, asesinada en Bolívar el 25 de abril.

En Andes (Antioquia), fueron abatidos en combate alias Barranquillita, explosivista, y alias Majinbu, coordinadora logística del grupo criminal, señalados como responsables del asesinato del subintendente Nelson Humberto Cárdenas el 16 de abril en Salgar.

La ofensiva criminal se concentra principalmente en Bolívar, Antioquia, Córdoba, Magdalena y Chocó. Como resultado de los operativos, también se realizaron 74 allanamientos que permitieron la incautación de 58 armas de fuego, incluyendo 30 fusiles, cartuchos, granadas y material de guerra.

Las autoridades anunciaron el traslado de más de 20 integrantes del Clan del Golfo desde estaciones de policía y cárceles de mediana seguridad hacia centros de reclusión de máxima seguridad como medida preventiva.

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