A los 84 años falleció el reconocido actor Kepa Amuchástegui, una de las figuras más queridas y respetadas de las artes escénicas en Colombia. Su deceso se produjo el lunes 27 de mayo a las 11:11 p. m., según confirmó su familia a través de un comunicado publicado en su cuenta oficial de Instagram.
“El 27 de mayo a las 11:11 p.m. ha fallecido nuestro amado Kepa Amuchástegui. Se nos fue, con un respiro lento y sereno, esta bellísima persona. Lo recordaremos siempre con mucho amor”, expresaron sus seres queridos en una emotiva despedida. También informaron que la velación se realizará este martes 28 de mayo en la Sala de Velaciones La Candelaria, en Bogotá, con horario por confirmar.
Kepa Amuchástegui Eloizaga nació en Bogotá el 9 de diciembre de 1941. Hijo de padres vascos, inició su vida profesional en el campo de la arquitectura, carrera que estudió en la Universidad de los Andes. No obstante, su verdadera vocación lo llevó a las tablas y a la pantalla, donde construiría un legado artístico imborrable.
A lo largo de más de cinco décadas, participó en teatro, cine y televisión, destacándose por su versatilidad, profundidad actoral y compromiso con el arte. Aunque es recordado especialmente por su papel de Roberto Mendoza, el elegante y conservador padre de Armando en la icónica telenovela Yo soy Betty, la fea, su carrera incluyó una vasta trayectoria con personajes memorables en producciones como La ley del corazón, La Pola, La nieta elegida, Rojo carmesí y Yo no te pido la luna, entre muchas otras.
Además de su trabajo frente a las cámaras, Amuchástegui fue director, escritor y un ferviente defensor del teatro colombiano. Su voz grave, su porte elegante y su presencia escénica lo convirtieron en un referente indiscutible de la actuación en Colombia.
En sus últimos años, el actor enfrentó una difícil lucha contra el cáncer de vejiga, enfermedad que compartió públicamente en diversas entrevistas. A causa del tratamiento, vivió con secuelas que afectaron el funcionamiento de sus riñones y que lo obligaron a llevar una nefrostomía permanente, un procedimiento médico que requiere el uso de un catéter externo para drenar la orina.
A pesar de las complicaciones de salud, Amuchástegui se mantuvo activo y sereno, mostrando siempre una actitud digna y positiva ante la vida y su carrera.
Tras conocerse la noticia de su fallecimiento, colegas, figuras públicas y seguidores comenzaron a rendirle homenaje a través de redes sociales, destacando su calidez humana, profesionalismo y el legado que deja en el mundo de la actuación.
Kepa Amuchástegui no solo fue un artista completo, sino también un maestro para nuevas generaciones, un símbolo de disciplina, elegancia y amor por la escena. Su partida deja un vacío en el arte colombiano, pero su obra y su ejemplo seguirán vivos en la memoria del país.
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