Luego de años de espera y constantes llamados por ayuda, las comunidades ribereñas de Palo de Agua y Cotocá Abajo, en el municipio de Lorica, celebran con esperanza las obras de mitigación del riesgo que ejecuta la Gobernación de Córdoba para frenar la erosión e inundaciones causadas por el río Sinú.
La intervención beneficia de forma directa a más de 15 mil habitantes de las veredas Trementino, Remolino y Leopoldo, así como a decenas de familias de los corregimientos circundantes, quienes por décadas han vivido bajo amenaza de perder sus tierras y viviendas a causa del desbordamiento del afluente.
“Estas obras nos devolvieron la tranquilidad. El río nos estaba comiendo, pero ahora sentimos que por fin alguien nos escucha”, dijo emocionado José Avilez Anaya, habitante de la vereda Trementino.
“Aquí todos vivimos del campo, y esto sí que nos ayuda para sembrar y sacar nuestros productos. Esto nos da esperanza”, añadió.
Las obras hacen parte del plan de infraestructura liderado por el gobierno departamental, que busca priorizar acciones de impacto en zonas rurales. Según Cilia Tobías Carrascal, secretaria de Infraestructura Departamental, el objetivo es claro: proteger la vida y dignidad de las comunidades.
“Estamos llegando con obras que salvan vidas y garantizan el bienestar de nuestras comunidades ribereñas. Este es un esfuerzo con el corazón y con la convicción de que cada acción que emprendemos tiene como centro a la gente”, señaló la funcionaria.
Con estas intervenciones, no solo se mitigan los riesgos de emergencia, sino que también se genera una transformación social al fortalecer la confianza en las instituciones y la esperanza en los territorios históricamente olvidados, y se cuidan las vidas de las comunidades.
La comunidad, agradecida, reconoce el compromiso del gobierno departamental con el campo cordobés y espera que este sea solo el comienzo de una inversión sostenida que permita seguir avanzando en el cierre de brechas entre la ciudad y el campo.
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