Por. ILIANA GARZÓN SALADÉN
Miguel tenía 5 años cuando su madre fue secuestrada y asesinada durante una operación de rescate, por lo tanto, creció bajo la tutela de su padre y su abuela, mostrando un liderazgo innato desde muy joven. En sus luchas silenciosas por entender su orfandad y la crueldad de los actos contra su progenitora, en su adolescencia temprana, se refugió en el ajedrez y como un gran esfuerzo para gestionar sus emociones, a sus 16 años, fundó la organización “Crece Colombia” para fomentar este deporte entre jóvenes de escasos recursos, promoviéndolo como herramienta de formación personal y social. Este tipo de decisiones, solo las toman quienes ven en el sufrimiento y la injusticia, una oportunidad para devolver bien por mal, para perdonar y en compensación por el dolor, ayudar a los demás.
En este momento de la historia, Miguel a sus 39 años ha sido sometido a un vil atentado que no solo llena de impotencia, estupor y desolación, sino que abre muchos interrogantes, respecto de la procedencia de tan cruel y despreciable acto. Diana Turbay su madre, secuestrada el 30 de agosto de 1990 por el grupo de Los Extraditables comandados por Pablo Escobar, que presionaban al presidente César Gaviria para que derogara el tratado de extradición. Pero Diana, la madre de Miguel Uribe, era, además, hija de Julio Cesar Turbay Ayala presidente de Colombia entre 1978 y 1982. En su gobierno, Turbay Ayala implementó el Estatuto de Seguridad, que pretendía hacer contrapeso a los grupos insurgentes y sobre todo, frenar el crecimiento de los movimientos guerrilleros.
Personajes tan importantes como el exmagistrado del Consejo de la Judicatura José Alfredo Escobar, hijo del ex ministro de Justicia del Gobierno Turbay, Hugo Escobar Sierra, en su momento, expresó la siguiente opinión: “el Estatuto de Seguridad fue un mecanismo necesario y útil que contrarrestó el avance de los grupos guerrilleros en Colombia”.
El Senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, que se debate entre la vida y la muerte en la Clínica Santa Fe de Bogotá, fue concejal de Bogotá a sus 26 años, haciéndose a la presidencia de esa colectividad; posteriormente, se desempeñó como secretario de Gobierno durante la alcaldía de Enrique Peñalosa enfrentando con firmeza los retos de orden público en la capital. Su pensamiento va orientado hacia la defensa de la institucionalidad, la seguridad y el dinamismo de la economía que hagan posible la construcción de una Colombia más justa y más próspera.
¿Que tiene a Miguel Uribe hoy, debatiéndose entre la vida y la muerte en una Unidad de Cuidados Intensivos de una Clínica en Bogotá? su espiral de triunfos que lo catapultan hacia un futuro promisorio, su “sino trágico” con una madre periodista mártir del régimen de terror de los años 80 y 90, un abuelo expresidente y su “Estatuto de Seguridad” que combatía narcotraficantes y guerrilleros, el temor a que el reviva la seguridad normada como lo hizo su abuelo, su discurso respetuoso pero combativo y entre otras, una sociedad degradada por narrativas de odio y división de clases.
Miguel está en estos momentos, luchando por su vida y en una situación de salud crítica, por lo que ha sido, pero también y sobre todas las cosas, por lo que él representa. El atentado contra Miguel Uribe Turbay es un atentado contra su integridad, la de su familia y la integridad de Colombia y su democracia. Dios tenga misericordia. ¡Fuerza Miguel!
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