Lo que debía ser una jornada de celebración terminó en una tragedia desgarradora en el corregimiento de Palo Alto, municipio de San Onofre, Sucre. El pasado domingo 15 de junio, en pleno Día del Padre, un hombre identificado como Fabián Castro Julio fue capturado tras ser señalado de asesinar brutalmente a su progenitor, Eusebio Castro Barrios, mientras este dormía en su habitación. El ataque ocurrió al mediodía del lunes y, según informaron las autoridades, el agresor habría actuado bajo los efectos del alcohol y utilizando un machete como arma.
El crimen, que ha conmocionado profundamente a la comunidad, fue presenciado de forma indirecta por vecinos que intentaron intervenir al escuchar los gritos. Algunos residentes estuvieron a punto de hacer justicia por mano propia, pero la oportuna intervención de la Policía evitó un linchamiento. Fabián Castro fue capturado minutos después del hecho y permanece bajo custodia mientras avanza la investigación.
Además del horror del acto, el caso ha abierto nuevamente el debate sobre los problemas de salud mental no tratados. Informaciones preliminares señalan que el presunto agresor podría padecer trastornos psiquiátricos y no estaba recibiendo la atención médica adecuada. La tragedia de la familia Castro no solo deja un profundo vacío en la comunidad, sino que también refleja una realidad que muchas familias enfrentan en silencio: los riesgos de ignorar las señales de deterioro emocional y mental.
