Al dominicano le pidieron adaptarse a las necesidades del equipo, y no lo aceptó Leer
El drama por el traspaso de Rafael Devers de Boston Red Sox a San Francisco Giants aún tiene ecos entre las leyendas de MLB donde, una vez más, David Ortiz, no se guardó nada y volvió a lanzar duras críticas. En una publicación en Instagram, el dominicano fue directo al señalar que el extercera base del Fenway Park no cumplió con las expectativas que el equipo y la afición tienen sobre él, especialmente en cuanto a preparación física y desempeño defensivo.
«Los Red Sox no lo irrespetaron. Él se irrespetó a sí mismo
El famoso Big Papi aseguró que su connacional llegó al Spring Training fuera de forma, y lo responsabilizó por ser, según sus palabras, «el tercera base con la peor defensa» en Grandes Ligas. Esa crítica cobra fuerza si se considera que Boston firmó a Alex Bregman, un Guante de Oro para reforzar el infield, decisión que, según Ortiz, Devers no ha aceptado bien al resistirse a un cambio de posición en beneficio del equipo.
Estas declaraciones vienen a encender aún más la polémica que ya arrastraba el caso Devers, quien no ha podido responder al contrato millonario que firmó con los Red Sox ni consolidarse como el líder que la organización esperaba. Aunque su producción ofensiva ha mostrado destellos, su inconsistencia con el guante ha sido un foco rojo que no pasa desapercibido ni para los ídolos históricos del club.
Cabe recordar que a principios de año la gerencia de Boston Red Sox contrató a Alex Bregman, curiosamente proveniente de San Francisco Giants, movimiento que no fue del agrado de Rafael Devers, quien de inmediato se pronunció con la frase: «No sé dónde va a jugar. Yo estoy en la tercera base». Días después se le ofreció la posición de shortstop, pero el pelotero le reclamó a la gerencia del por qué lo insultaban de ese modo. A lo cual sólo le pidieron adaptarse a las necesidades del equipo.
Ortiz, conocido por su estilo franco, no habló como figura mediática, sino como voz autorizada dentro del club. Y cuando «Big Papi» habla, en Boston se escucha. Aunque sus palabras pueden ser incómodas para algunos, también reflejan el deseo de ver a Devers retomar el rumbo y convertirse en ese jugador completo que alguna vez prometía ser.
Ahora la pelota está del lado de Devers. Puede tomar estas críticas como un ataque o como una oportunidad para callar bocas con rendimiento en el terreno. Ortiz ya le encendió la chispa. Queda ver si el antesalista responde con el bate, el guante… o con más silencio. Pero en Boston, el margen para excusas se achica cada día.
Comparte tus experiencias o perspectivas únicas en forma de historias y forma parte de nuestra narrativa, únete a nuestro equipo de creadores de contenido y contribuye a dar forma nuestra cultura raizal.
