La superestrella japonesa firmó una actuación única que lo convierte en el único pelotero con múltiples juegos así en más de 125 temporadas Leer
Shohei Ohtani volvió a dejar su huella en la MLB al protagonizar una jornada inolvidable tanto desde la lomita como con el bate. El fenómeno japonés fue pieza clave en la victoria 13-7 de los Dodgers de Los Ángeles sobre los Nacionales de Washington, asegurando la serie con una demostración que unió dominio, versatilidad y poder. En su segunda aparición como lanzador esta temporada, Ohtani trabajó una entrada perfecta, registrando sus primeros dos ponches como Dodger y mostrando una notable mejoría respecto a su debut reciente.
El regreso de Ohtani al doble rol de lanzador y bateador no solo es simbólicamente importante, sino estadísticamente histórico. Con un jonrón (su número 26 del año) y un triple con las bases llenas en el mismo juego que lanzó, se convirtió en el único jugador en al menos 125 temporadas en repetir una actuación de ese calibre. «He podido volver a lanzar antes de lo esperado«, explicó Ohtani. «Siento que puedo rendir incluso mejor de lo que solía poder rendir».
En la loma, el japonés no permitió carreras ni imparables en su episodio de labor, utilizando apenas 18 lanzamientos, 12 de ellos strikes, para silenciar a la ofensiva rival. Su velocidad alcanzó un máximo de 98.8 millas por hora, apoyado en un sólido repertorio que incluyó un ‘sweeper’ y rectas con precisión milimétrica. «La bola salía bien de su mano, el ‘sweeper’ fue muy efectivo«, comentó Dave Martínez, manager de los Nacionales. A pesar de un error defensivo que permitió un embasado, Ohtani se mostró imperturbable y cerró la entrada con autoridad.
Su impacto ofensivo fue igual de impresionante. En la séptima entrada, limpió las bases con un triple que impulsó tres carreras, y en el octavo, tras una revisión arbitral, conectó un cuadrangular de dos más. Así, firmó cinco carreras producidas en total. «Verlo pasar del montículo al círculo de espera y luego al cajón de bateo es extraordinario», señaló el mánager Dave Roberts. «Lo maneja de la manera correcta y es imperturbable».
La actuación del domingo refuerza la apuesta de los Dodgers por Ohtani como una figura de doble amenaza. Aunque aún se encuentra en proceso de readaptación como lanzador tras la cirugía en su codo derecho, cada salida representa un paso más hacia su versión más completa. Roberts reconoció que el plan es gradual, pero con cada juego, el nivel del japonés va en ascenso: «Queremos ver mejoras en calidad y volumen de lanzamientos. Va a ser un proceso paso a paso».
Ohtani no fue el único protagonista del día. Max Muncy también brilló con dos jonrones, incluyendo un grand slam, e igualó su marca personal de siete carreras impulsadas. Pero la combinación de pitcheo y poder de Ohtani dejó claro que su impacto trasciende cualquier caja estadística. Su actuación del domingo es otra página dorada en una carrera que ya desafía los límites de lo que un pelotero puede lograr.
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