Nueva York vive una pesadilla ofensiva, ya que su incapacidad para producir carreras en momentos clave los tiene entre los peores equipos en RISP Leer
Los Yankees de Nueva York, una de las franquicias más emblemáticas y ganadoras de la MLB, atraviesan un preocupante bajón ofensivo en la temporada 2025.
A pesar de contar con una plantilla de alto calibre y expectativas de Serie Mundial, el equipo figura entre los peores de las Grandes Ligas en una de las métricas más importantes: el bateo con corredores en posición de anotar (RISP, por sus siglas en inglés).
El bajo rendimiento de los Yankees con hombres en segunda o tercera base ha sido una constante en las últimas semanas. Según estadísticas actualizadas al 24 de junio, el equipo se encuentra en el fondo de la liga en cuanto a promedio de bateo con corredores en posición de anotar, una categoría que suele definir el éxito o fracaso en juegos cerrados.
La ineficiencia en estas situaciones ha llevado a que el equipo desperdicie múltiples oportunidades para anotar, incluso cuando su cuerpo de lanzadores mantiene los juegos cerrados. Esta falta de contundencia ofensiva está comenzando a pesar en la clasificación, y genera dudas sobre la capacidad del equipo para competir en postemporada.
La diferencia entre equipos contendientes y los que se quedan en el camino muchas veces se decide en los detalles. Y para los Yankees, su talón de Aquiles en esta campaña ha sido precisamente el no saber ejecutar cuando más importa.
Jugadores clave como Aaron Judge y Giancarlo Stanton han tenido dificultades para conectar en situaciones de presión, mientras que la ofensiva en general parece desconectada cuando tiene la oportunidad de hacer daño.
Además del bajo promedio de bateo con RISP, también destacan otras estadísticas negativas, como la alta cantidad de corredores dejados en base y la falta de extrabases en momentos cruciales.
El cuerpo técnico, liderado por el manager Aaron Boone, se enfrenta ahora al reto de corregir el rumbo antes de que sea demasiado tarde. Las soluciones pueden incluir ajustes en el orden al bat, cambios en la estrategia ofensiva o incluso movimientos en el roster antes de la fecha límite de cambios.
Mientras tanto, la afición de los Yankees no oculta su frustración. Acostumbrados a un equipo dominante, los fanáticos exigen resultados inmediatos. Y la organización sabe que, sin mejorar su desempeño con corredores en posición de anotar, cualquier aspiración de título seguirá siendo solo un sueño.
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