El pasado 16 de junio se cumplieron tres meses desde que el menor Santiago Pérez Burgos, de tan solo 9 años, perdió la vida tras ser atropellado por una motocicleta en una vía del norte de Montería, específicamente en la vereda Faro 1. A pesar del paso del tiempo, su familia aún espera respuestas, justicia y acciones concretas por parte de las autoridades. Hasta el momento, no hay avances judiciales significativos ni se han implementado medidas viales que eviten tragedias similares.
El trágico accidente ocurrió el pasado 14 de marzo, cuando Santiago cruzaba la vía para dirigirse a su casa. Según testigos, el conductor de la motocicleta iba a alta velocidad, atropellando al menor y sin brindarle ningún tipo de ayuda huyó del lugar. El menor fue trasladado de urgencia a un centro médico, pero falleció dos días después a causa de las heridas.
Desde entonces, la familia del niño han elevado su voz en busca de justicia, reclamando que el caso no quede en la impunidad. Sin embargo, el proceso judicial no avanza y el responsable aún no ha sido identificado.
La comunidad del sector también ha exigido la intervención urgente. La vía, según los vecinos, sigue sin contar con señales de tránsito, pasos peatonales o medidas de control que garanticen la seguridad de los peatones, especialmente de los niños que transitan diariamente por la zona.
Hasta la fecha, no se ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el estado de la investigación ni sobre las posibles intervenciones viales en el lugar del accidente.
La familia de Santiago y la comunidad esperan que este caso no se convierta en una estadística más y que, finalmente, se tomen las medidas necesarias para que ninguna otra familia tenga que pasar por un dolor similar.
