Eva Rey desata tormenta mediática por entrevista con Emilio Tapia y la congresista cordobesa Saray Robayo: “¿Quién dijo que robar no paga?”
La periodista española Eva Rey encendió la polémica nacional tras publicar —y posteriormente borrar— una controversial entrevista con el contratista condenado por corrupción, Emilio Tapia, y la representante a la Cámara por Córdoba, Saray Robayo Bechara.
Lo que pretendía ser una conversación “atrevida y sin censura”, terminó generando una ola de indignación en redes sociales, particularmente en la plataforma X, donde cientos de usuarios criticaron duramente a la periodista por darle tribuna a una de las figuras más cuestionadas de la contratación pública en Colombia.
> “Eva tuvo 70.000 millones de razones para borrar la entrevista con Emilio Tapia. A este país no le interesa cómo los presidiarios con poder político follan en la cárcel”, escribió un usuario, en clara alusión al escándalo de Centros Poblados.
La entrevista, en la que Tapia aparece elegante y acompañado de Robayo, fue vista por muchos como un intento de lavado de imagen, lo que avivó el debate sobre la ética en los medios y la glamurización del delito.
> “Después de ver a Emilio Tapia tan bien vestido y de la mano de una reina de belleza, ¿qué colombiano del común va a creer que robar al Estado no paga?”, cuestionó otro internauta.
Además, se criticó fuertemente el tono de la entrevista, con comentarios que señalaron un enfoque frívolo y hasta vulgar:
> “Eva, reconozco tu valentía, pero te pasaste de piña. Las preguntas rayaron en la vulgaridad y minimizaron la gravedad de los delitos”, escribió un columnista en un extenso hilo.
Sin embargo, el escándalo creció aún más cuando Saray Robayo Bechara, actual congresista y miembro de una de las familias políticas más influyentes del departamento de Córdoba, reveló durante la conversación que su hija con Emilio Tapia fue concebida mientras él estaba en la cárcel.
Esta declaración no solo sacudió a la opinión pública, sino que causó malestar dentro del núcleo político de los Bechara, una casa tradicional que ha manejado el poder en la región por décadas y que ahora enfrenta una crisis de imagen por las revelaciones públicas de la congresista.
Mientras tanto, Eva Rey guarda silencio. Su decisión de retirar el contenido fue interpretada por algunos como autocensura frente a la presión mediática, mientras otros la ven como una jugada mediática que logró su cometido: generar controversia, visibilidad y conversación.
La entrevista ya no está disponible, pero el debate continúa. ¿Debe el periodismo dar voz a personajes condenados por corrupción? ¿Hasta dónde llega la libertad editorial y cuándo se convierte en apología del delito?
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