Lo que comenzó como una serie de denuncias por comportamientos extraños en un sector residencial de Medellín terminó con la captura del reconocido actor y creador de contenido Santiago Cano Taborda, más conocido en el mundo artístico y digital como ‘Rapza’. Cano, quien también era conocido en la Comuna 13 por su faceta como rapero y su participación en diversas producciones de la televisión colombiana, enfrenta ahora un proceso judicial por delitos ambientales.
La captura se produjo tras una investigación iniciada por las autoridades en el barrio San Javier El Salado, donde residentes alertaron sobre la posible presencia de fauna silvestre en cautiverio dentro de la vivienda del actor. Las sospechas fueron confirmadas en 2024 cuando, tras un allanamiento, las autoridades hallaron dos monos cariblancos, una babilla y dos iguanas verdes, todas especies protegidas por la legislación ambiental colombiana.
El informe técnico del Área Metropolitana del Valle de Aburrá concluyó que el cautiverio de estos animales representa una grave infracción a la normativa de protección de la biodiversidad. Por ello, Santiago Cano fue imputado por el delito de aprovechamiento ilícito de los recursos naturales renovables, el cual contempla penas entre 60 y 135 meses de prisión, además de multas superiores a los 43.000 salarios mínimos mensuales vigentes.
Durante la audiencia de imputación realizada el 7 de marzo de 2024 ante el Juzgado 41 Penal Municipal con función de control de garantías, el actor no aceptó los cargos. Entre las pruebas presentadas por la Fiscalía se incluyen informes de investigadores de campo, órdenes de allanamiento, actas de derechos y documentos oficiales de control al tráfico ilegal de fauna y flora.
El proceso judicial avanzó hasta el fallo emitido por el Juzgado Cuarto Especializado de Medellín el pasado 25 de junio de 2025. La audiencia de lectura de sentencia está programada para el próximo 6 de agosto, fecha en la que se conocerá el castigo definitivo que deberá afrontar el actor.
La noticia ha causado gran impacto en Medellín y entre sus seguidores, quienes nunca imaginaron que el también rapero, admirado por su trabajo en televisión y redes sociales, estuviera vinculado a delitos contra el medio ambiente.
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