El mundo del deporte está de luto tras el trágico fallecimiento de Diogo Jota, delantero portugués del Liverpool, en un accidente automovilístico ocurrido en la madrugada del jueves en la autovía A52, a la altura del kilómetro 65 en Cernadilla, Zamora, España. En el siniestro también perdió la vida su hermano André, de 26 años, quien era futbolista del club Peñafiel. Ambos se desplazaban en un vehículo de alta gama, un Lamborghini, cuando, por causas aún bajo investigación, se salieron de la calzada en sentido Benavente alrededor de las 00:40 horas.
Una de las preguntas que más ha circulado entre la afición es por qué el jugador viajaba por tierra en lugar de volar a Inglaterra, donde debía reincorporarse a la pretemporada del Liverpool bajo la dirección del nuevo técnico, Arne Slot. Según reveló Rui Loura, editor deportivo de CNN Portugal, Jota había sido operado recientemente de un pulmón, lo cual llevó a su equipo médico a desaconsejarle los viajes en avión por los riesgos asociados a la presión de la cabina durante el vuelo.
Como medida preventiva y siguiendo al pie de la letra las indicaciones médicas, Jota emprendió un extenso viaje por carretera con destino a Santander, España, donde tenía previsto abordar un ferri hacia Portsmouth, Inglaterra. Este trayecto marítimo, con una duración aproximada de 31 horas, fue considerado una alternativa segura para evitar cualquier complicación postoperatoria. El viaje formaba parte de una ruta planificada y previamente utilizada por el jugador, quien ya había hecho el recorrido inverso días antes para celebrar su boda en Portugal.
La decisión de viajar por tierra y mar no fue improvisada. Se trató de una logística meticulosamente diseñada para proteger su salud tras la cirugía. El objetivo era llegar a tiempo para incorporarse a la concentración del club inglés el lunes siguiente. Lamentablemente, el plan se vio truncado por el fatal accidente que ha conmocionado tanto a la comunidad futbolística como a sus seguidores alrededor del mundo.
La repentina pérdida de Diogo Jota, de 28 años, y de su hermano André ha generado una profunda ola de dolor en Portugal y el Reino Unido. Clubes, compañeros y aficionados han expresado su consternación por la partida de dos jóvenes promesas del fútbol. Diogo, conocido por su talento, entrega y carisma, deja un legado imborrable en la historia reciente del Liverpool y la selección portuguesa.
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