Las autoridades de Texas, confirmaron la muerte de más de 100 personas tras las devastadoras inundaciones que azotaron el estado durante el fin de semana del 4 de julio. Entre las víctimas se encuentran al menos 27 menores, muchos de ellos campistas del retiro cristiano Camp Mystic, arrasado por la crecida del río Guadalupe. La tragedia ha conmocionado al país por la magnitud del desastre y las historias humanas detrás de las cifras.
Hermanas fallecidas
Uno de los casos más desgarradores fue el hallazgo de las hermanas Mike y Charlene Harber, de 11 y 13 años, cuyos cuerpos fueron encontrados por rescatistas tomados de la mano, a más de 24 kilómetros del lugar donde fueron arrastradas junto a sus abuelos, quienes continúan desaparecidos. Las niñas se encontraban refugiadas en casa de unos vecinos en Kerrville cuando fueron sorprendidas por la fuerza del agua.
Las lluvias torrenciales convirtieron al río Guadalupe en un torrente imparable que arrasó todo a su paso en minutos. En Camp Mystic, donde murieron varias niñas, el agua alcanzó casi dos metros de altura. Los edificios quedaron cubiertos de lodo, y los objetos personales de las menores fueron encontrados esparcidos o alineados en medio del desastre, mientras los crucifijos en las paredes mostraban las huellas del barro.
Equipos de emergencia continúan las labores de búsqueda entre los escombros y las riberas, con la esperanza de encontrar sobrevivientes, aunque se teme que el número de víctimas aumente. Las autoridades mantienen la alerta por nuevas lluvias en la zona y reiteran el llamado a evacuar áreas de riesgo ante posibles desbordamientos.
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