El diputado cordobés Gustavo “Tavo” Negrete Bonilla, del Nuevo Liberalismo, ha decidido apartarse de su aspiración al Senado de la República, pese a haber sido una de las sorpresas electorales más sonadas en las pasadas elecciones territoriales, donde logró una curul con lista cerrada y más de 61 mil votos.
Negrete, quien venía siendo proyectado como una figura emergente en la política nacional, se aleja del panorama legislativo justo cuando su partido, liderado por Juan Manuel Galán —actual candidato presidencial y favorito en las encuestas del centro político—, empieza a tejer alianzas con otros sectores que podrían dejarlo sin espacio propio.
La situación se agudiza tras su distanciamiento de la coalición del alcalde de Montería, Hugo Kerguelén, con quien rompió puentes políticos, quedando en una especie de limbo dentro del ajedrez electoral.
La decisión de bajarse del tren al Senado ha generado reacciones dentro y fuera del Nuevo Liberalismo, donde muchos lo veían como una carta fuerte para renovar las caras en el Congreso. Ahora, con la unión del galanismo con otros partidos y su desconexión de la administración municipal, Tavo Negrete empieza a desinflarse políticamente, al menos por ahora.
El futuro del joven dirigente, que supo capitalizar el descontento ciudadano en las regionales, queda en pausa mientras se redefine el tablero político de cara a las legislativas. ¿Fue un cálculo estratégico o el principio del fin de una carrera que apenas empezaba a despegar?
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