Un video compartido por la influencer y deportista sudafricana Michelle Sky Hayward desató una ola de reacciones tras mostrarla nadando en una playa de Ciudad del Cabo, sin saber que el agua estaba contaminada con la bacteria E. coli. En la grabación, Hayward aparece sumergida entre espuma marina marrón, que posteriormente fue identificada como aguas residuales con restos fecales. La escena, que inicialmente parecía parte de una experiencia natural, terminó convirtiéndose en una advertencia sobre los riesgos sanitarios en zonas turísticas.
La publicación, que se volvió viral, provocó un fuerte debate en redes sociales. Mientras algunos usuarios advirtieron sobre el peligro de nadar en aguas negras, otros intentaron restarle gravedad al caso, señalando que la espuma podría ser de origen natural. Pese a no presentar síntomas, Hayward admitió haber ingerido parte del agua contaminada y reaccionó con humor ante la situación, lo que generó aún más controversia entre quienes pedían mayor conciencia frente a estos riesgos ambientales.
El incidente evidenció una problemática persistente en varias playas de Sudáfrica, donde los altos niveles de contaminación han obligado al cierre temporal de balnearios. Las descargas directas de aguas residuales al mar, sumadas a la falta de control, afectan tanto la salud pública como la imagen turística del país. El caso reavivó el llamado a mejorar el monitoreo de calidad del agua y a fomentar mayor información preventiva para locales y visitantes.
