Al menos 14 personas murieron el día de ayer tras dos ataques armados perpetrados en el cantón El Empalme, en la provincia de Guayas, al suroeste de Ecuador. Los hechos se produjeron en el recinto La Guayas, una zona golpeada por la violencia entre bandas criminales en medio del conflicto armado interno declarado por el presidente Daniel Noboa en enero de 2024. Según la Policía Nacional, un grupo de hombres armados que se movilizaba en dos camionetas abrió fuego contra civiles frente a una licorería, dejando doce víctimas fatales y tres heridos en el primer ataque.
Minutos después, los mismos atacantes dispararon contra otro grupo en las cercanías, causando dos muertes adicionales, entre ellas la de un niño de doce años. Las autoridades manejan diversas hipótesis, entre ellas una posible represalia o ataque dirigido, aunque aún no se ha confirmado el móvil. Agentes policiales se encuentran recolectando pruebas, incluidos registros de cámaras de seguridad y testimonios ciudadanos, para identificar a los responsables y determinar si alguna víctima había sido previamente amenazada.
La región de El Empalme, clave en el tránsito de droga hacia el Pacífico, ha sido escenario recurrente de enfrentamientos entre grupos armados por el control de rutas del narcotráfico, extorsión y microtráfico. Apenas el 19 de julio se registró otra masacre en la provincia de Guayas, con nueve muertos en un billar en Playas. A pesar de las medidas de seguridad y la declaratoria de conflicto armado, los ataques violentos en zonas costeras continúan en ascenso, en un contexto en el que Ecuador cerró 2023 con una de las tasas de homicidio más altas de América Latina: 38 por cada 100.000 habitantes.
