En un ambiente cargado de solemnidad, el Salón Elíptico del Congreso de la República se convirtió este lunes en el escenario para rendir honras fúnebres a Miguel Uribe Turbay, exsenador y figura de la oposición, asesinado el pasado 11 de agosto. El lugar, donde en numerosas ocasiones el dirigente intervino desde el atril, estuvo adornado con flores y recibió a familiares, amigos y líderes políticos que acudieron a despedirlo.
La ceremonia se abrió con un sentido mensaje de María Claudia Tarazona, esposa de Uribe Turbay, quien condenó la violencia y pidió a los colombianos rechazar cualquier deseo de venganza. “Romper una familia es el acto de violencia más horrible que se pueda cometer jamás”, expresó, recordando que su esposo hubiera querido “unión, paz y amor” para el país. “Solo debe haber amor en nuestros corazones”, insistió.
El féretro permanecerá en cámara ardiente durante tres días, por decisión del Congreso. La primera jornada estuvo marcada por largas esperas y manifestaciones de pesar, debido a que la entrega del cuerpo se retrasó por trámites de Medicina Legal. Durante el acto, Julio César Turbay Quintero, tío de Miguel y hermano de la periodista Diana Turbay, destacó la trayectoria y el legado del exsenador.
También intervino su hermana, María Carolina Hoyos, quien compartió reflexiones y recuerdos de la vida del dirigente. Entre lágrimas y abrazos, los asistentes coincidieron en que la mejor manera de honrar su memoria es preservar los ideales por los que luchó y trabajar por un país libre de violencia.
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