Este martes 12 de agosto continuaron los homenajes póstumos al senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay en la cámara ardiente instalada en el Congreso de la República, un día después de que la Fundación Santa Fe confirmara su fallecimiento como consecuencia del atentado que sufrió el pasado 7 de junio en el barrio Modelia, Bogotá.
La jornada estuvo marcada por la presencia de amigos, compañeros, allegados y familiares que llegaron al Salón Elíptico para darle el último adiós. Uno de los momentos más emotivos fue la llegada de su hijo menor, Alejandro, de cuatro años, acompañado por su madre, María Claudia Tarazona, y sus tres hermanas.
Al ingresar al recinto, Alejandro reconoció a su abuelo, Miguel Uribe Londoño, y corrió a abrazarlo con fuerza. Mientras Tarazona lo sostenía en brazos, el niño señaló el féretro de su padre y, tomado de la mano de su madre, se acercó lentamente. En silencio, ella colocó una rosa blanca sobre el ataúd, levantó la mano al cielo y permaneció unos segundos en recogimiento.
La escena se tornó aún más conmovedora cuando madre, hijo e hijas se unieron en un abrazo junto al ataúd, cubierto por la bandera de Colombia y rodeado de flores. El lunes, Miguel Uribe Londoño y María Claudia Tarazona, padres del senador, también habían estado presentes en el homenaje.
Miguel Uribe Turbay permaneció durante dos meses en una unidad de cuidados intensivos tras recibir varios disparos durante un acto de campaña. En las últimas horas, decenas de figuras políticas y ciudadanos han llegado al Capitolio Nacional para rendirle tributo y expresar su solidaridad con la familia.
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