Un atentado con carro bomba estremeció a Cali este jueves 21 de agosto, cuando una fuerte explosión sacudió las inmediaciones de la Base Aérea Marco Fidel Suárez. El ataque dejó un saldo preliminar de seis personas muertas y 50 heridas, además de considerables daños materiales en la zona.
El Gobierno nacional atribuyó la acción a las disidencias de las FARC bajo el mando de alias Iván Mordisco. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, condenó lo ocurrido y aseguró que se trata de una “reacción desesperada” de la organización ilegal por la pérdida de control del narcotráfico en los departamentos de Valle del Cauca, Cauca y Nariño.
“El atentado terrorista del cartel del narco alias ‘Mordisco’ contra la población civil en Cali jamás tendrá justificación. Expresamos toda nuestra solidaridad y acompañamiento a las familias de los asesinados y heridos en este ataque contra la población civil y contra los hombres y mujeres de la Fuerza Aeroespacial que sirven a Colombia con valor y honor”, afirmó el jefe de la cartera.
El estallido se registró hacia las 2:50 p. m. y fue escuchado a varios kilómetros de distancia. Organismos de socorro como Bomberos, Defensa Civil y Cruz Roja atendieron de inmediato a las víctimas y las trasladaron a diferentes centros asistenciales. La Policía mantuvo cerradas las vías aledañas mientras unidades antiexplosivos inspeccionaban un segundo vehículo sospechoso.
El alcalde de Cali, Alejandro Éder, anunció un plan conjunto con la Policía Nacional para reforzar la seguridad en la ciudad, incluyendo la restricción al tránsito de camiones desde las 7:00 p. m. hasta las 4:00 a. m. Además, ofreció hasta 400 millones de pesos de recompensa por información que permita dar con los responsables. La Alcaldía confirmó la activación de un Puesto de Mando Unificado (PMU) para coordinar la atención a las víctimas y el control del orden público.
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