En un hecho inusual y sin precedentes recientes, la presidencia de la Comisión Primera de la Cámara de Representantes fue definida este martes por medio de un sorteo de “cara o sello”, luego de que los candidatos Gabriel Becerra (Pacto Histórico) y Carlos Ardila (Partido Liberal) empataran con 20 votos cada uno.
El empate técnico obligó a aplicar el artículo 135 de la Ley 5ª de 1992, que autoriza resolver este tipo de situaciones por medio del azar. El procedimiento fue tan simbólico como literal: una moneda de mil pesos fue lanzada al aire en un vaso frente a los congresistas. Becerra eligió “sello” y Ardila “cara”. Al caer el “sello”, el triunfo fue para el representante del Pacto Histórico.
La escena, que algunos calificaron de insólita y hasta escolar, generó críticas en redes sociales por la aparente informalidad del método, aunque este está contemplado dentro del reglamento del Congreso.
Gabriel Becerra, abogado y secretario general de la Unión Patriótica, asumirá ahora el liderazgo de una de las comisiones más estratégicas del legislativo, encargada de temas como reformas constitucionales, leyes estatutarias y proyectos de paz. En sus primeras declaraciones, prometió garantías para todas las bancadas y una agenda legislativa ambiciosa.
El episodio del “cara o sello” queda como anécdota de una democracia que, entre tensiones políticas y empates, a veces deja las decisiones en manos del azar.
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