En el marco del juicio que se adelanta contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez por presunta manipulación de testigos, el abogado Samuel Arturo Sánchez Cañón decidió acogerse a su derecho constitucional a guardar silencio ante los interrogantes formulados por la Fiscalía.
Sánchez es investigado por presuntamente haber ejercido presiones indebidas y ofrecido dádivas al exparamilitar Carlos Enrique Vélez, alias ‘Víctor’, con el objetivo de que este se retractara de los señalamientos que implicaban al expresidente Uribe con estructuras paramilitares.
La Fiscalía sostiene que el abogado Sánchez habría actuado como intermediario en una supuesta estrategia para manipular el testimonio de Vélez, quien es uno de los testigos clave en el proceso. De acuerdo con el ente acusador, estas acciones formarían parte de un entramado más amplio que buscaba entorpecer la justicia.
La decisión del abogado de no rendir declaración se ampara en el artículo 33 de la Constitución Política de Colombia, que garantiza a cualquier ciudadano el derecho a no autoincriminarse.
Este hecho se da en medio de un proceso judicial de alta relevancia política y jurídica, que mantiene la atención nacional e internacional debido al perfil del expresidente Uribe y al precedente que podría marcar para futuros casos de manipulación de testigos en el país.
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