El Clan del Golfo habría ordenado cesar el denominado “Plan Pistola” contra la Fuerza Pública, una violenta arremetida que dejó un saldo de al menos 24 uniformados asesinados en distintas regiones del país. La instrucción fue dada por alias “Chiquito Malo” o “Comandante Javier”, cabecilla de esa estructura criminal.
La decisión se conoció luego del fortalecimiento de la operación militar ‘Agamenón’, liderada por las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, que permitió la captura de 217 integrantes del grupo armado en los últimos días. A esto se suma el aumento de la presión en zonas clave donde la organización tenía influencia.
Durante la ofensiva criminal, el país lamentó la muerte de 24 policías y militares, víctimas directas del ‘Plan Pistola’, una estrategia del Clan del Golfo para atentar selectivamente contra miembros de la Fuerza Pública. En respuesta, se implementaron medidas extraordinarias como el porte autorizado de armas de dotación durante los desplazamientos y la restricción del uso de uniformes en momentos de descanso.
Uniformados asesinados durante el ‘Plan Pistola’:
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Soldado profesional Luis Carlos Vargas
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Soldado profesional José Espitia Espitia
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Soldado profesional Iván Darío Ávila Sepúlveda
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Infante de marina profesional Edwuard Largo
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Subintendente Deimer Díaz
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Subintendente Nelson Cárdenas
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Patrullero Andrés Padilla
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Patrullero Jorge Luis García
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Subintendente John Jairo Evangelista
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Patrullero Andrés Felipe Carrillo
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Auxiliar de policía Alfonso Libo
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Patrullero Aldair Urango
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Patrullero Edwin Feria
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Patrullera Belén Durán
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Patrullero William Guardo
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Patrullero Rafael Suárez
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Patrullero Cristian Mora
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Patrullero Víctor Sánchez
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Subintendente Andrés Montañez
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Patrullero Rubén Velázquez
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Patrullero Luis Camaño
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Subintendente Robinson Acevedo
Más de 30 uniformados asesinados en menos de un mes
Aunque el Plan Pistola ha dejado 24 víctimas mortales, en total más de 32 miembros de la Fuerza Pública han sido asesinados en las últimas tres semanas. Entre ellos se cuentan los siete militares que perdieron la vida en una emboscada perpetrada por las disidencias de las FARC al mando de alias ‘Calarcá’, así como otros atentados terroristas ocurridos en diversas regiones.
El cese del Plan Pistola representa un respiro temporal, pero también evidencia la gravedad del panorama de seguridad que enfrenta el país y la urgencia de seguir debilitando las estructuras armadas ilegales que atentan contra la institucionalidad.
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