Este lunes 26 de mayo, la plenaria sesionó de forma mixta por decisión del presidente Efraín Cepeda y varios congresistas aprovecharon para conectarse desde ascensores, oficinas y hasta camionetas. En algunos casos, ni siquiera prendieron la cámara, pero igual cobraron por asistir, por lo que hay polémica en el Senado.
Congresistas ganando fácil
Durante la entonación del himno nacional, que por protocolo exige a los senadores ponerse de pie, varios aparecieron en movimiento o distraídos, lo que desató críticas por la solemnidad de estos procedimientos y por lo que muchos consideraron falta de compromiso con sus labores.
La polémica no es solo por la informalidad, sino también por el dinero. Cada congresista que respondió al llamado a lista sin importar desde dónde cobró $1’700.000. Una cifra que supera lo que gana un colombiano con un salario mínimo en todo un mes.
Además, La Silla Vacía advirtió que la legalidad de la sesión podría estar en duda. La Corte Constitucional ya había dicho que la virtualidad en el Congreso debe ser una excepción justificada, no la regla, salvo en situaciones extraordinarias como la pandemia del COVID-19.
En este caso, no hubo una justificación oficial de fuerza mayor. La presidencia del Senado se basó en un artículo del Código de Procedimiento Administrativo, que permite sesiones virtuales en organismos colegiados, pero no aclaró por qué se aplicó esa norma.
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