Cristian Petro Almanza y Juan Fernando Soto Garcés, ya procesados como presuntos responsables de la masacre de Chimá, enfrentan ahora nuevos cargos por hurto agravado y abuso de confianza, relacionados con la desaparición de varios lotes de ganado del asesinado comerciante Esteban Urueta González.
Este miércoles, Soto fue recapturado al salir de la Cárcel El Bosque, en Barranquilla, donde permanecía por los hechos de la masacre ocurrida el 10 de septiembre de 2024 en el corregimiento Carolina, en Chimá (Córdoba). En el momento de su liberación por vencimiento de términos, fue notificado de una nueva orden de captura emitida por un juez de Sahagún, por el presunto hurto del ganado perteneciente a Urueta González.
Al mismo tiempo, desde Valledupar, Cristian Petro era preparado virtualmente para enfrentar una audiencia concentrada por los delitos de hurto agravado en mayor cuantía y abuso de confianza. Petro ya había sido capturado previamente por estos mismos hechos, que hoy complican aún más su situación judicial.
Ambos fueron señalados como los principales responsables del asesinato del ganadero Esteban Urueta, dueño de Casa Rosa, junto a sus trabajadores Freddy Beleño y Gerardo Marzola, en un crimen que estremeció a Córdoba por su brutalidad y por los presuntos móviles ligados a negocios ganaderos.
De acuerdo con las investigaciones, Cristian Petro era quien administraba los negocios de ganado de la víctima. La Fiscalía señala que el hurto del hato ganadero habría ocurrido antes del homicidio, lo que vincula estos nuevos delitos con el móvil económico del triple crimen.
La historia judicial de ambos hombres se sigue agravando, mientras las autoridades avanzan en esclarecer las dimensiones de los delitos que rodearon la masacre de Chimá y el presunto saqueo a los bienes del comerciante asesinado.
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