El presidente Gustavo Petro volvió a protagonizar un bochornoso episodio diplomático este viernes, al ausentarse sin explicación de la Cumbre del Gran Caribe en Montería, donde lo esperaban varios jefes de Estado y representantes internacionales. La ausencia del mandatario colombiano generó una ola de críticas, memes y reacciones de indignación en redes sociales y sectores políticos, que califican su actitud como una vergüenza internacional.
La capital cordobesa, tierra natal del presidente, se preparó durante semanas para recibir a las delegaciones y al propio jefe de Estado. Sin embargo, Petro no apareció. Ni un mensaje, ni una explicación oficial, ni una excusa creíble: simplemente, no asistió. La pregunta que ronda ahora en la opinión pública es clara: ¿Dónde está Petro?
Su reiterada ausencia a eventos de alta relevancia ha encendido las alarmas. “¿Está enfermo? ¿Se fue de puente? ¿Sigue en paro interno?”, se preguntan ciudadanos y líderes que ven con preocupación la falta de compromiso del mandatario.
El desplante no solo afecta la imagen del país, sino que representa un grave golpe a la diplomacia regional. “Esto no es un tema menor. Se trataba de una cumbre estratégica para fortalecer alianzas con países del Caribe y avanzar en proyectos comunes. Petro simplemente no apareció. Es una humillación”, aseguró un analista internacional.
Con este nuevo episodio, el presidente suma una larga lista de inasistencias injustificadas que ponen en entredicho su responsabilidad como jefe de Estado. Montería, que alguna vez fue símbolo de su origen, hoy lo recibe con decepción y rabia. Y Colombia entera se pregunta hasta cuándo continuará este patrón de irresponsabilidad presidencial.
La indignación crece. Y el silencio de Petro pesa más que nunca.
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