El brutal asesinato de Alana, una gata del barrio Villa Real de Montería, sigue generando indignación y llamado a la acción. La víctima murió tras ser golpeada con varillas, y su dueña, Génesis, dejó claro que no aceptará compensación económica como forma de reparación.
A través de su abogada de la firma Alegato Juristas, Génesis afirmó que la pérdida de su compañera no puede valorarse en términos monetarios. “No se trata de negociar, sino de que se haga justicia y se garantice que hechos así no se repitan”, señaló.
El ofrecimiento de indemnización surgió de manera informal por parte del abogado del acusado, dentro de un eventual incidente de reparación integral. Aunque la Ley 906 de 2004 contempla esta figura, aceptar dinero no interrumpe el proceso penal ni sustituye las sanciones legales previstas.
El caso se tramita bajo la Ley Ángel (Ley 2455 de 2025), que endurece las penas por maltrato animal cuando resulta en la muerte del animal. La norma establece que estos delitos son de interés público y no pueden resolverse únicamente mediante acuerdos privados.
Para Génesis, el objetivo principal es que el Estado actúe con firmeza y se reconozca la gravedad del hecho. El caso de Alana ha generado amplia movilización en redes sociales y se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia hacia los animales en Colombia, recordando que son seres sintientes cuya vida merece respeto y protección.
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