A sus 70 años, Don Pettit regresó a la Tierra el pasado 20 de abril, marcando el cierre de una carrera espacial extraordinaria. Con este viaje, el veterano astronauta se convirtió en el más longevo en la historia de la NASA en completar una misión, consolidándose como una figura clave para la ciencia y la exploración fuera del planeta.
Durante sus más de 590 días acumulados en órbita, Pettit no solo cumplió labores científicas esenciales, sino que también dejó un legado innovador: el Capillary Beverage, el primer objeto patentado en el espacio. Este invento fue diseñado para permitir el consumo de líquidos en condiciones de microgravedad, una solución que combinó creatividad e ingeniería con impacto directo en la vida a bordo de las misiones espaciales.
Además de su faceta científica, Pettit se destacó como uno de los astrofotógrafos más prolíficos del programa espacial. Capturó más de 670 mil imágenes desde la Estación Espacial Internacional, retratando fenómenos como auroras boreales, meteoritos, la Tierra iluminada por la noche y naves cruzando el firmamento. Sus fotografías ofrecieron una nueva forma de mirar el cosmos y la Tierra desde una perspectiva privilegiada.
Según recogió el medio Playground, Pettit encontraba en la órbita una oportunidad para reflexionar sobre la belleza de nuestro planeta. “La Tierra es increíblemente hermosa cuando tienes los pies bien puestos en ella, y es hermosa desde el espacio”, afirmó en una de sus declaraciones más recordadas. Su regreso a casa, junto a los cosmonautas rusos Alexey Ovchinin e Ivan Vagner, cierra un capítulo memorable de la historia espacial, pero su legado visual y científico seguirá orbitando en la memoria colectiva de la humanidad.
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