El decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Jurídicas y Administrativas, Faceja, de la Universidad de Córdoba, profesor Giovanni Argel Fuentes, reveló que en Colombia después de la crisis sanitaria por el COVID el emprendimiento femenino se consolidó mucho más, puesto que muchas mujeres buscaron formas de generar ingresos para apoyar a sus familias.
“Algunas han optado por emprendimientos sociales, mientras que otras han apostado por negocios productivos, además, las mujeres están creando sus propios empleos para no depender exclusivamente del sector público o privado, es decir, optan por el autoempleo como una alternativa viable.”, reafirma el decano Argel Fuentes.
Emprendimiento consolidado
De acuerdo con el académico unicordobés, el comercio informal, aunque no está completamente regulado, representa una fuente significativa de ingresos para muchas mujeres y, de cada diez micronegocios o ventas informales en las principales ciudades, al menos seis son gestionados por mujeres.
“A pesar de ello estas emprendedoras enfrentan grandes desafíos, como la falta de acceso a seguridad social y el bajo reconocimiento de su trabajo por parte del Estado. Se estima que más del 54% de las mujeres han desarrollado algún tipo de emprendimiento a lo largo de su vida, y muchas han logrado sostenerlos en el tiempo”, precisa el profesor Argel Fuentes, PhD. en Educación, magíster en Administración de Empresas, especialista en Finanzas, especialista en Cooperación Internacional y Gestión de Proyectos para el Desarrollo.
El unicordobés, experto en temas de economía, comparte sus observaciones a propósito de la conmemoración este sábado 8 de marzo, del Día Internacional de la Mujer, a partir del reconocimiento por la lucha de las mujeres, y su activa participación y desarrollo en la sociedad.
Advierte igualmente el profesor universitario que el emprendimiento femenino, aunque en crecimiento, sigue siendo mal remunerado y poco valorado en términos de políticas públicas.
“Muchas mujeres emprendedoras no logran cubrir todas sus necesidades básicas y tampoco garantizar la educación de sus hijos, lo que puede derivar en problemas sociales como el abandono escolar, la drogadicción y la prostitución infantil. Ciudades como Medellín, Cartagena y Santa Marta, han evidenciado cómo la falta de regulación y apoyo estatal ha generado dificultades para las emprendedoras”, puntualiza el profesor Argel Fuentes.
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