La sorpresiva muerte de la periodista caleña Alejandra Gómez, ocurrida el pasado 10 de agosto, sigue generando conmoción en el gremio periodístico y entre sus seres más cercanos. El fallecimiento se conoció días después, pues la familia decidió mantenerlo en reserva por respeto y para vivir el duelo en la intimidad.
Ese mismo día, Gómez cumplía años. “Ella estaba pasando por un momento emocional un poco fuerte y pues a veces uno cuando se siente mal no piensa bien las cosas y toma decisiones, pero ella donde quiera que esté en este momento creo que ya está mucho mejor y está tranquila”, expresó con profunda tristeza su mejor amiga, María Rojas, en diálogo con La Red Viral.
La comunicadora, recordada por su paso por CityTV, Red+ Noticias y Canal RCN, habría estado enfrentando una crisis emocional. Aunque contaba con apoyo psicológico y realizaba actividades que disfrutaba, como bailar salsa, practicar boxeo y asistir a talleres de lectura, su entorno no imaginó que pudiera tomar una decisión tan drástica.
Rojas relató que conoció a Alejandra durante sus estudios y trabajo como periodista, y que con el tiempo forjaron una amistad que se convirtió en una relación casi fraternal. “Ella estaba bien, estaba tranquila, pero hubo una situación particular que hizo que pues ella se intranquilizara. Yo no soy la indicada para hablar de esto. Esa es su vida privada”, agregó.
La Fiscalía avanza en las investigaciones para esclarecer las circunstancias del fallecimiento. Aunque no se han entregado detalles oficiales, Rojas dejó entrever que el estado emocional de Alejandra pudo estar relacionado con temas sentimentales. “Por amor uno hace muchas cosas y por desamor también (…) Ese es un tema que ustedes tienen que preguntarle a él, y espero les conteste con toda la franqueza y la verdad del caso. Es lo único que diré”.
Se conoció que Gómez había terminado recientemente una relación con un colega cuyo nombre no fue revelado, con quien vivía en Bogotá. En la capital no tenía familia cercana; su madre y hermanos viven en Cali, mientras que sus amigas más cercanas estaban en Villavicencio e Italia.
“Estuvo pasando por una crisis, estaba con acompañamiento, pero ella estaba bien, estaba bailando salsa porque ella amaba la salsa, también estaba boxeando porque ella le encantaba boxear, empezó a leer cuentos en un taller para lectura de cuentos. Yo le dije, ‘dedícate a hacer esto y olvídate de lo demás. Sé feliz’. Pero pasó esto y ya se quedó todo ahí”, contó Rojas.
Días antes de su fallecimiento, Alejandra había renunciado a su cargo como presentadora del programa Mañana Express, del Canal RCN. Sus amigas tenían planes para acompañarla y celebrar su cumpleaños. “Su mamá le iba a regalar de cumpleaños una celebración para ir al mar y cuando ella llegara, yo me iba a ver con ella y nos íbamos a ir a una clase de baile el sábado”, dijo.
Rojas finalizó con un llamado a recordar el legado profesional de Alejandra: “Ella era una excelente presentadora, excelente periodista y en su momento pudieron haber dado la oportunidad de que trabajara con ustedes en Bogotá, pero esperaron a volverla famosa solamente cuando ya no está. Y eso también es algo que para mí ha sido muy duro. Era una mujer increíble, una mujer muy profesional”.
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