El reconocido actor colombiano Miguel Varoni reveló en el pódcast Ser 360 los retos emocionales y mentales que enfrentó después de someterse a una cirugía bariátrica, un procedimiento que transformó su vida, pero que también lo llevó a desarrollar una obsesión por bajar de peso.
“Empecé a bajar a velocidades impactantes y me empezó a gustar mucho eso. Quería seguir bajando y no quería dejar de bajar. Se volvió como una enfermedad, me volví medio loco con el tema, hasta que un amigo me preguntó: ‘¿Usted se quiere morir?’”, confesó el actor.
Pese a los riesgos emocionales, Varoni aseguró que está feliz con el resultado: “Yo no hubiera sido feliz si no me hubiese hecho la cirugía. Me gusta estar como estoy, me gusta sentirme bien”.
El artista aprovechó para enviar un mensaje a quienes consideran procedimientos similares: que se realicen únicamente bajo supervisión profesional. “Si no se sienten cómodos con lo que tienen, arréglenselo, que eso está bien. Pero lo más importante es que lo hagan de la mano de un profesional de la salud. No hay que arriesgar la vida. La vida es una y hay que estar bien y cómodos”, expresó.
Varoni contó que la pérdida acelerada de peso derivó en flacidez en su rostro y cuerpo, lo que lo llevó a practicarse otra cirugía estética, recomendada por su cirujano. “Quería operarme y que todo el mundo lo supiera, porque hay que usar la ciencia y no tener miedo de decirlo”, dijo.
El actor cerró su intervención invitando a dejar de satanizar los procedimientos estéticos y a priorizar el bienestar personal: “Entre más demacrado mejor, pensaba yo, por eso este tema es de cuidado. Si tenemos la posibilidad de mejorar, hay que hacerlo”.
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