¿Se avecina una guerra diplomática? Estados Unidos cataloga a México como “país adversario” al nivel de Irán
Washington D.C. — Un nuevo capítulo de tensiones podría estar gestándose entre Estados Unidos y México tras las incendiarias declaraciones de la Fiscal General estadounidense, Pam Bondi, quien este martes sorprendió al mundo al incluir a México en una lista de “países adversarios” que, según sus palabras, “buscan asesinar estadounidenses”.
La declaración, emitida en una rueda de prensa oficial desde Washington, colocó al vecino del sur en la misma categoría que Irán, tradicionalmente considerado un enemigo geopolítico por la Casa Blanca. Bondi afirmó que tanto México como Irán representan amenazas activas contra ciudadanos estadounidenses, utilizando herramientas como el tráfico de drogas y operaciones encubiertas para causar daño.
> “No nos dejaremos intimidar. Esta administración responderá con fuerza ante cualquier intento de perjudicar a nuestros ciudadanos, venga de donde venga”, aseguró la Fiscal, alineándose con la retórica de seguridad nacional impulsada por el expresidente Donald Trump.
📉 Relación México–EE.UU. en la cuerda floja
Este señalamiento marca un punto crítico en la ya compleja relación bilateral entre ambos países, especialmente en temas de migración, narcotráfico y comercio. La inclusión de México en esa lista ha generado preocupación internacional y podría escalar hacia una crisis diplomática o, en un escenario extremo, a una confrontación abierta entre ambas naciones en los frentes económico, político o incluso militar.
Aunque hasta el momento el gobierno mexicano no ha emitido una respuesta oficial, analistas en política internacional alertan sobre el potencial deterioro en la cooperación binacional, justo en momentos en que ambos países enfrentan desafíos comunes como el crimen organizado, el flujo de migrantes y la seguridad en la frontera.
💣 ¿Una guerra en el horizonte?
Si bien aún no hay indicios de una confrontación militar directa, expertos advierten que declarar a México como “enemigo” de Estados Unidos podría justificar internamente acciones más agresivas, como operaciones militares encubiertas.
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