La decisión del alcalde de Sincelejo de acogerse al día cívico convocado por el presidente Gustavo Petro ha generado un fuerte malestar entre comerciantes, empresarios y ciudadanos de la capital sucreña. Mientras otras ciudades de la Costa Caribe optaron por rechazar la medida para no afectar sus economías locales, la administración municipal decidió alinearse con el llamado del Gobierno Nacional, desatando críticas por las consecuencias económicas y sociales.
El sector empresarial y trabajadores han manifestado su inconformidad, asegurando que la medida perjudica la productividad y frena el desarrollo de una ciudad que necesita reactivar su economía. “No es el momento para detener la actividad laboral, estamos en una situación en la que necesitamos trabajar más, no menos”, afirmaron representantes del gremio comercial.
La decisión ha sido interpretada por varios sectores como un gesto de respaldo político al presidente Petro, en medio de un clima de polarización nacional. Ciudadanos han expresado su preocupación, señalando que el alcalde estaría priorizando intereses ajenos a las necesidades de Sincelejo.
Mientras tanto, en otras ciudades de la región las actividades continúan con normalidad, dejando a Sincelejo como una de las pocas localidades que paralizó su funcionamiento, lo que ha profundizado el descontento entre la población.
La polémica sigue creciendo y los cuestionamientos hacia la administración municipal no cesan, en un contexto donde la ciudadanía exige que las decisiones locales respondan primero al bienestar de la ciudad.
¿Le resultó útil este artículo?
