Con disciplina, tenacidad y una pasión inquebrantable por la montaña, la deportista Margarita Moreno se ha convertido en orgullo nacional al lograr un hito histórico: coronar las siete cumbres más altas de cada continente, convirtiéndose en la primera mujer colombiana en hacerlo.
El testimonio de su hazaña fue compartido recientemente en una entrevista para el programa “A lo que vinimos: Con voz de mujer”, dirigido por la periodista Johana Amaya. Allí, Margarita relató cómo durante los últimos años ha llevado su cuerpo y mente al límite para conquistar las cimas más imponentes del planeta, entre ellas el Everest, el Aconcagua, el Denali, el Kilimanjaro y el Elbrus.
Uno de los momentos más impresionantes de su travesía ocurrió cuando logró ascender el Everest y el Lhotse en un lapso de apenas 28 horas, una hazaña que pocos han conseguido. Mientras la mayoría de sus compañeros descendían después de alcanzar la cima del Everest, ella decidió, junto a su equipo de guías, descansar brevemente para continuar el ascenso al Lhotse durante la noche, desafiando el cansancio extremo y las difíciles condiciones climáticas.
“No sabíamos si lo íbamos a lograr. Estábamos agotados, pero había una determinación más fuerte que el miedo”, afirmó la montañista.
Inspiración femenina en las alturas
Moreno también destacó el creciente papel de las mujeres en el montañismo de alto nivel. Aunque este deporte ha sido históricamente dominado por hombres, ella ha visto un cambio positivo en los últimos años.
“Antes ver mujeres escalando era algo raro. Hoy, me he encontrado en la cima con más mujeres que hombres. Eso me llena de esperanza y motivación”, expresó.
Su amor por las montañas nació hace ocho años durante un viaje al Himalaya, donde quedó fascinada con la majestuosidad del Everest y los paisajes que lo rodean. Desde entonces, comenzó una transformación de vida: se entrenó física, mental y espiritualmente para asumir el reto de las Siete Cumbres, una meta reservada para los más audaces en el mundo del alpinismo.
El logro de Margarita Moreno no solo enaltece el nombre de Colombia a nivel internacional, sino que también inspira a nuevas generaciones de mujeres a desafiar los límites y perseguir sueños que, aunque parezcan inalcanzables, pueden hacerse realidad con perseverancia.
Su historia es, sin duda, un ejemplo de que las cimas más altas también están hechas para las mujeres.
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