En medio de una profunda conmoción social, este domingo 27 de julio se iniciaron las audiencias de control de garantías contra una joven madre señalada de asesinar con arma blanca a su hija, Antonella López Torres, una niña de apenas 2 años y 11 meses.
El crimen ocurrió en la torre 24 del conjunto residencial San Sebastián, en el sector suroriental de Manizales. Según el reporte preliminar de la Policía Metropolitana, la madre habría atacado a la menor con un cuchillo, causándole una herida mortal en el cuello. Posteriormente, intentó quitarse la vida.
La escena generó la indignación de los vecinos, quienes intentaron lincharla antes de que llegaran las autoridades. La mujer fue trasladada a la Clínica Ospedale, donde los médicos determinaron que sus lesiones no revestían gravedad. Allí mismo fue notificada de su captura por el delito de homicidio agravado y, más tarde, remitida a la Clínica San Juan de Dios para una valoración psiquiátrica.
Durante esta evaluación, la joven confesó lo sucedido en una declaración que ya circula en redes sociales:
“Me enceguecí, me llené de rabia, fui a la cocina por un cuchillo, le hice daño a mi hija y me quería morir. Sé que me odian por lo que hice, por eso me quería morir”.
La Fiscalía General de la Nación solicitó la legalización de la captura, apoyada en el informe de necropsia que confirmó la causa de muerte de la menor. Hacia las 8:00 de la noche del domingo, un juez avaló la detención, mientras en el barrio los residentes realizaban una emotiva velatón en memoria de la pequeña Antonella, rodeados de velas, flores y mensajes de dolor.
Se conoció que la madre, estudiante del SENA, había quedado embarazada a los 17 años. No tenía antecedentes judiciales ni reportes previos de violencia intrafamiliar.
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