La cabecera municipal de Momil atraviesa una preocupante situación por cuenta del estancamiento en las obras del Plan Maestro de Alcantarillado y la aparente ausencia de liderazgo del gobierno local. Según denuncias ciudadanas, desde febrero permanece intervenido un tramo de aproximadamente 200 metros en el centro del municipio, donde fueron destruidos andenes y terrazas de varias viviendas sin la debida señalización ni medidas de seguridad.
Los vecinos afectados aseguran que las condiciones actuales de la vía son un riesgo para la integridad de los peatones, y afirman que muchas viviendas se encuentran prácticamente incomunicadas debido al barro acumulado y al abandono de las obras.
A esta problemática se suma la falta de acción del alcalde de Momil, Efrén Puche Carrascal y del personero municipal, quienes según los denunciantes no han elevado ninguna solicitud formal ante la Dirección del Plan Departamental de Agua (PDA) en Montería para revisar las presuntas irregularidades del contrato y exigir el cumplimiento del mismo.
“Queremos que el gobernador Erasmo Zuleta se apersone de esta situación. No es justo que, después de tantos meses, la obra siga inconclusa y los derrames de aguas residuales continúen afectando a la comunidad”, declaró un comerciante de la zona, quien también reportó considerables pérdidas económicas a causa de la reducción del flujo de clientes y las malas condiciones del entorno.
Los habitantes piden una intervención urgente por parte de los entes de control y la Gobernación de Córdoba, para que se tomen cartas en el asunto y se garantice la finalización de un proyecto que, lejos de mejorar la calidad de vida en Momil, ha incrementado los problemas de salubridad y movilidad urbana.
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