Un niño de tres años falleció luego de permanecer 10 días en estado crítico tras ser alcanzado por una bala perdida durante un ataque sicarial en Girón, Santander. El menor, que se encontraba con su madre y otros familiares en un establecimiento comercial del barrio El Llanito, recibió un disparo en el cuello cuando sicarios abrieron fuego contra un grupo de jóvenes. En el hecho también murió Hadson Geney Rojas Ortega, de 30 años, quien sería el objetivo del atentado, presuntamente vinculado a un ajuste de cuentas por microtráfico.
El menor fue trasladado de inmediato a la Clínica Materno Infantil de Bucaramanga, donde ingresó a la Unidad de Cuidados Intensivos. Pese a los esfuerzos médicos, su estado no mejoró debido a las graves lesiones en tráquea, esófago y canal medular. Finalmente, falleció tras no presentar evolución favorable.
Las autoridades han ofrecido una recompensa de 20 millones de pesos por información que permita capturar a los responsables del ataque. Además, hicieron un llamado a la comunidad para fortalecer la seguridad y evitar la presencia de menores en lugares donde se expendan bebidas alcohólicas.
Este trágico suceso ha generado conmoción en la comunidad y refuerza la preocupación por el aumento de la violencia en la región. La Policía continúa con la investigación para dar con los responsables del crimen.
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