En respuesta a la creciente ola de violencia en el departamento de Córdoba, el gobernador Erasmo Zuleta reiteró su respaldo incondicional a los miembros de la Fuerza Pública, quienes se han convertido en objetivos del denominado “plan pistola” ejecutado por el Clan del Golfo. Este plan criminal ha cobrado la vida de tres uniformados y ha dejado a cuatro más heridos en menos de una semana.
En un pronunciamiento conjunto con el Brigadier General Wharlinton Iván Gualdrón, jefe nacional del Servicio de Policía, el mandatario expresó su firme apoyo a los policías y soldados afectados. “¡Nuestros Policías no están solos!”, aseguró Zuleta, al tiempo que anunció el incremento de la recompensa a 200 millones de pesos para quienes proporcionen información clave que permita capturar a los responsables de los ataques, calificados como “cobardes” por las autoridades.
Entre las víctimas fatales se encuentran el patrullero Aldair Urango, asesinado en Ciénaga de Oro mientras gozaba de un permiso familiar; el soldado profesional José Francisco Espitia Martínez, ultimado en la vereda El Cerro de Chimá; y el patrullero Cristian Juvenal Mora Parra, quien fue emboscado en La Apartada, donde además resultaron heridos tres compañeros de fuerza pública.
El gobernador destacó la colaboración entre la Armada, la Policía y el Ejército, así como con los alcaldes y alcaldesas de los municipios cordobeses, con el objetivo de reforzar las estrategias de seguridad y garantizar la tranquilidad de los ciudadanos. “Seguimos trabajando de la mano de nuestra Fuerza Pública, no descansaremos hasta devolverle la paz a Córdoba”, enfatizó Zuleta en su llamado a la unidad y a la colaboración ciudadana para enfrentar este grave desafío que mantiene en alerta tanto a las autoridades locales como nacionales.
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