El menor de edad acusado de ser el autor material del atentado contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay reveló ante la justicia que le ofrecieron 20 millones de pesos por cometer el crimen, según información obtenida por la Revista Semana. La suma prometida sería pagada después del ataque, pero nunca llegó a recibirla.
El joven, que trabajaba como jíbaro dentro de una organización criminal, aseguró que fue abordado por un hombre a quien identificó como “el patrón del barrio y jefe de la olla”, quien le propuso “hacer una vuelta” a cambio de esa cantidad. Aunque aceptó sin saber a quién debía atacar, confesó que intuía que su vida correría peligro tras cumplir la orden.
Durante su declaración, manifestó temor por la seguridad de su abuela, a quien describió como “la única persona que ha estado para mí”, y teme que su colaboración con las autoridades genere represalias por parte de la estructura criminal.
El menor confesó que solo supo que el objetivo era Miguel Uribe minutos antes del atentado, cuando una mujer a la que tampoco conocía le mencionó el nombre del precandidato. El día del ataque, fue recogido por una motocicleta contratada a través de una aplicación, con el servicio ya pago, y trasladado hasta el barrio Modelia, en el occidente de Bogotá. Aseguró no conocer al conductor.
Ante la gravedad del caso, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) solicitó su internamiento preventivo en el búnker de la Fiscalía, así como una serie de medidas de protección para él y su núcleo familiar. Entre las medidas figuran el cambio de nombre, sostenimiento económico y reubicación en otro lugar del país.
El caso ha generado conmoción nacional y se suma a las investigaciones sobre el atentado que puso en riesgo la vida de uno de los líderes políticos más visibles del país. Las autoridades avanzan en identificar a los autores intelectuales del hecho.
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