En los últimos meses hemos sido testigos de cómo la polarización y el odio se han apoderado de las redes sociales en Planeta Rica, un fenómeno que, si bien, practican por lo general pseudoperiodistas a lo largo y ancho de nuestro departamento, hoy día se agudiza visiblemente en la bella y cordial con perfiles falsos y difusión en grupos.
Como comunicador social y planetarrisense, siento la responsabilidad de hablar sobre este tema y lanzar un llamado a la atención sobre la importancia de promover un ambiente digital de respeto y diálogo sano.
La guerra digital que se libra en Planeta Rica es un tema que nos debería preocupar a todos, la polarización y el odio que se expresan en las redes sociales están intoxicando nuestra convivencia y afectando la salud de nuestra democracia, al punto de marginar el enfoque sobre el desarrollo de nuestro municipio.
En lugar de debatir ideas y propuestas, muchos prefieren lanzar ataques personales y difamatorios, esto no solo daña la reputación de las personas, sino que también crea un clima de miedo y represión que puede silenciar a aquellos que quieren expresar sus opiniones a favor o en contra. Así como vamos la costumbre de un pitalero promedio al abrir sus redes sociales no será
“voy a informarme sobre qué pasó en mi tierra”, será en cambio, “voy a ver a quién le sacaron los trapitos al sol hoy”. La diversidad de opiniones es una fortaleza, no una debilidad y es nuestra responsabilidad, como ciudadanos, promover un clima de respeto y diálogo, pero también es fundamental que seamos conscientes de la responsabilidad que tenemos en la difusión de contenido en las redes sociales.
Debemos dejar de consumir y compartir contenido que promueva la polarización y el odio, y en su lugar, buscar y compartir información veraz y respetuosa. Llamemos a la reflexión y al diálogo respetuoso, prioricemos las soluciones a los problemas que nos afectan a todos, en lugar de enfocarnos en ataques personales, juntos, podemos hacer que Planeta Rica sea un lugar donde la democracia y el respeto mutuo sean los valores
que nos guíen.
Por: Fernando Cotera Vertel – Comunicador Social.
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