El delantero Jhon Jader Durán abandonó recientemente la concentración de la Selección Colombia, según informó la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), debido a “molestias físicas”, específicamente una “recidiva del dolor lumbar” que lo deja por fuera del partido ante Argentina por la fecha 16 de las Eliminatorias al Mundial 2026.
Sin embargo, dentro del equipo nacional se habla de una versión muy distinta. Fuentes cercanas al entorno de la Selección indican que la salida del jugador no se habría producido únicamente por razones médicas, sino como consecuencia de un acto de indisciplina.
De acuerdo con los testimonios, Durán habría protagonizado un altercado en el camerino luego de enterarse de que no sería titular frente a Uruguay. El episodio incluyó gritos, gestos de inconformidad y reclamos airados, lo cual generó malestar en el cuerpo técnico y en algunos compañeros del equipo.
La situación, calificada internamente como “un berrinche innecesario”, habría motivado una decisión disciplinaria que se presentó públicamente como una lesión para evitar un escándalo mediático en plena competencia.
No es la primera vez que Durán, reconocido por su talento y proyección, enfrenta cuestionamientos por su temperamento. En procesos anteriores ya había sido señalado por actitudes poco profesionales, algo que al parecer se repitió en esta ocasión.
A pesar del comunicado oficial que le desea una pronta recuperación, el ambiente al interior del combinado nacional deja en duda si su ausencia fue realmente médica o una medida correctiva por su comportamiento.
Esta situación reabre el debate sobre el manejo de la disciplina en la Selección y el papel de los jóvenes talentos en un proceso que exige tanto compromiso como madurez.
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