La ciudad de Manizales permanece conmocionada por el asesinato de la pequeña Antonella, una niña de apenas 2 años y 11 meses que, según las autoridades, fue atacada con arma blanca por su madre, Silvana Torres, de 19 años. El hecho ocurrió el pasado sábado 26 de julio en el apartamento donde vivían, en el barrio San Sebastián. Luego de agredir a la menor, Torres habría intentado suicidarse, por lo que fue trasladada a una clínica local.
Durante su atención médica, la joven confesó a los profesionales de salud mental que “se llenó de rabia”, fue a la cocina, tomó un cuchillo y atacó a su hija. “Sé que me odian por lo que hice, por eso me quería morir”, expresó, según el testimonio que hace parte del proceso judicial. También reconoció que su hija “no era culpable de nada” y mencionó tener “muchas cosas en su cabeza”. El informe médico y estas declaraciones son ahora piezas clave en el caso.
Las audiencias de control de garantías se llevaron a cabo entre el domingo 27 y el lunes 28 de julio. La Fiscalía General de la Nación imputó a Torres el delito de homicidio agravado y solicitó medida de aseguramiento en centro carcelario. No obstante, la joven no aceptó los cargos. Su defensa anunció que buscará demostrar inimputabilidad, argumentando que Silvana no era consciente de sus actos al momento del crimen.
Aunque no se conocen antecedentes judiciales ni psiquiátricos previos, las autoridades investigan su entorno familiar, mensajes en redes sociales y cualquier antecedente en comisarías. El padre de la menor, quien no convivía con la madre, mantenía una relación cercana con su hija. Una posible disputa sentimental estaría entre las hipótesis que se analizan. Mientras avanza el proceso, organizaciones sociales han convocado actos simbólicos en memoria de Antonella y para rechazar toda forma de violencia contra la infancia.
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