A medida que se acerca el cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco, aumentan las tensiones y maniobras dentro del Vaticano. Los dos principales candidatos al papado, el italiano Pietro Parolin y el filipino Luis Antonio Tagle, enfrentan crecientes presiones, rumores y críticas que ponen a prueba sus posibilidades de asumir el trono de San Pedro.
El cardenal Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano y figura clave durante todo el pontificado de Francisco, ha sido el blanco principal de ataques desde distintos sectores, tanto conservadores como progresistas. Su cercanía al fallecido pontífice, su prolongada permanencia en la Curia y su rol diplomático lo han convertido en un candidato natural, pero también en uno de los más cuestionados.
Entre las críticas que enfrenta están los señalamientos por su estado de salud y su papel como arquitecto del polémico acuerdo secreto entre el Vaticano y China, firmado en 2018 y renovado sucesivamente hasta 2024. Aunque los detalles del pacto se mantienen en reserva, se sabe que permite al gobierno chino intervenir en el nombramiento de obispos, lo que ha sido duramente criticado por sectores católicos que lo consideran una cesión de autoridad eclesial.
Además, el nombre de Parolin también ha sido mencionado en la controversia en torno a la exclusión del cardenal Angelo Becciu del próximo cónclave. Becciu, quien fue destituido tras ser hallado culpable de delitos fiscales, renunció recientemente a su derecho a participar en la elección del nuevo papa. Según versiones, Parolin le habría mostrado dos cartas firmadas con una “F” —que se atribuyen a Francisco— donde se formalizaba su exclusión del proceso.
Por su parte, el cardenal Luis Antonio Tagle, carismático y popular en Asia, también ha sido objeto de movimientos que buscan debilitar su imagen dentro del Colegio Cardenalicio. Aunque menos expuesto que Parolin, algunos sectores consideran que su perfil pastoral y su cercanía a Francisco no serían suficientes para afrontar los desafíos administrativos y diplomáticos de la Iglesia en tiempos turbulentos.
El cónclave, aún sin fecha oficial confirmada, se perfila como uno de los más complejos de los últimos tiempos, marcado por divisiones internas, luchas de poder y un legado papal que dejó huella, pero también desafíos abiertos.
¿Le resultó útil este artículo?
[sibwp_form id=1]
